ELEMENTOS
Y MATERIALES UTILIZADOS EN EL AJARDINAMIENTO DE INTERIORES
1.
CONTENEDORES Y MACETAS
Los contenedores
o macetas no sólo deben seleccionarse por su aspecto, sino que han de
adaptarse a las plantas que contienen: dejar espacio suficiente para el desarrollo
de las raíces, y permitir un buen drenaje y el aislamiento necesario del frío.
La utilización de macetas nos ofrece muchas
ventajas:
-Aportan flexibilidad en el ajardinamiento.
-En sí mismas, son un foco de interés.
-Mejoran la observación de la planta.
-Limitan la velocidad de crecimiento de las
plantas.
-Facilitan las operaciones de poda y, en general,
las operaciones de cultivo.
TIPOS DE MATERIALES DE MACETAS
- Barro cocido o
terracota
La terracota es uno de los materiales más
apreciados para el cultivo de plantas en macetas, proporcionan una de las
mejores soluciones estéticas. Las macetas de terracota son cálidas, se adaptan
a cualquier planta y ofrecen unas condiciones óptimas para su crecimiento.
Envejecen bien.
Al tratarse de un material poroso y permeable, es
mejor utilizar sustratos pesados para evitar que se sequen con demasiada
rapidez.
Sus desventajas son que es un material pesado,
frágil y sensible a heladas, más todavía si está esmaltado.
- Plástico
Es un material económico, ligero y se presenta en
gran cantidad de formatos y colores. Sin embargo, proporcionan poca aireación
al sustrato, por lo que hay que utilizar sustratos ligeros, envejecen mal, y le
dan poca estabilidad a la plantas.
- Fibra
La fibra se usa para confeccionar vasijas redondas
y artesas, tiene muy poco valor decorativo, pero su superficie se puede ocultar
bajo las plantas rastreras. El problemas es la falta de durabilidad; duran dos
o tres años, aunque cuenta con ventajas: es ligera (tanto que en ocasiones se
aconseja fijarla al suelo), barata y biodegradable.
- Metal
Es un material muy estético, pero por sus
características no debe utilizarse como maceta, ya que puede ser tóxico y es
muy buen conductor tanto del frío como del calor, aísla muy mal, además se
corroe, así que sólo debe utilizarse como cubremacetas.
Es versátil, los contenedores fabricados con
metal pueden adoptar formas muy vanguardistas, o todo lo contrario, formas
clásicas y muy ornamentadas. Las cestas colgantes de metal son muy atractivas.
Es aconsejable que esté tratado para prevenir su
corrosión.
- Piedra, hormigón.
Son materiales estables, que envejecen muy bien y
ofrece un extraordinario soporte a la planta. La piedra resulta un material muy
caro, y no se utiliza demasiado, aunque si hay una tendencia a recuperar
recipientes de piedra para macetas, destinados en su origen a otros usos. El
hormigón es más barato pero menos atractivo que la piedra.
Se debe utilizar en modelos sencillos y poco
ornamentados, conforme envejecen aumentan su atractivo.
Es un material muy pesado, poco práctico y hay
que descartarlo para macetas que deban moverse con frecuencia, o en repisas y
balcones. Es caro.
- Fibra de vidrio
Es un material excelente y versátil, barato y
ligero. Es duradero, fácil de transportar y se vende en infinidad de tamaños,
colores y estilos.
Sus desventajas son que es quebradiza y puede
agrietarse o romperse fácilmente cuando se golpea. Su capacidad de aislamiento
es reducida, de modo que el sustrato se enfría fácilmente en invierno y se
calienta en exceso durante el verano. Proporciona muy poca estabilidad.
- Madera. Mimbre.
Son excelentes como aislantes del frío y del
calor, además resultan muy ornamentales, por lo que es mejor utilizarlos para
contener plantas que no los oculten.
Se deteriora con facilidad en contacto con
superficies húmedas, por lo que se aconseja utilizarlos como cubretiestos, y
tratados con productos que los prevengan de la podredumbre no tóxicos.
TIPOS DE ESTILOS EN MACETAS
- Tiesto común
Tipo clásico de tiesto. Se incluyen en este grupo
las macetas estándar, las tinas, las artesas y las urnas. No requieren ningún
tipo de apoyo y sirven para la mayoría de las plantas.
- Cubremacetas o
soporte
Receptáculo de materiales como metal, cerámica,
madera, mimbre, fibra…, cuya finalidad consiste en sujetar o contener uno o
varios tiestos con plantas, que pueden quedar ocultos, o no, dentro del
soporte.
- Cestos colgantes
Recipiente colgado de un gancho o una abrazadera
adecuado para un arreglo de plantas redondo, hemisférico o globular. Los
modelos tradicionales son de alambre, pero también los de material sólido y
aquellos con sistema de riego incluido, han alcanzado gran popularidad.
- Macetas de pared
Tiesto que se adhiere a una pared. Existen gran
variedad de modelos, frecuentemente siguiendo líneas curvas, fabricados con
materiales como terracota, plástico, piedra (demasiado pesado), alambre y
hierro forjado.
- Jardineras,
artesas
Se trata de recipientes rectangulares, más largos
que anchos, normalmente destinados al ajardinamiento exterior de ventanas,
balcones y terrazas, y en general para espacios grandes, y utilizados para
realizar composiciones de plantas. Se fabrican en cualquier tipo de material.
En las jardineras estándar el sustrato se coloca
en contacto con sus paredes; también se comercializa con recubrimiento (doble
pared), que permite utilizar en la parte exterior materiales más delicados como
la madera, y con sistema de riego automático incorporado.
- Contenedores
especiales
Este grupo incluye los recipientes recuperados
para el cultivo de plantas, pero que inicialmente se utilizaron para otros
menesteres, por ejemplo, teteras, pilas, cajas de metal, troncos huecos,
carretillas… aunque es una práctica común y aconsejada incluso por muchos
autores, hay que seleccionar mucho el recipiente, no todo vale.
Resumiendo:
- Los tiestos comunes, y más si son de terracota, son la solución
más aconsejada, y por tanto, empleada; independientemente de que además se
cubra con cubremaceta. La planta vegeta muy bien en este tipo de material,
y es muy neutro, por lo que se puede utilizar en cualquier composición.
- En interior e incrementando los cuidados, o al menos, la
vigilancia, el plástico y la fibra de vidrio, ganan terreno a la
terracota, y más si se buscan formas y colores originales, comodidad y
buen precio. Pueden ser una buena solución, si se sabe sustituir el
contenedor a tiempo, antes de que envejezca.
- Por supuesto, en lugares con poco espacio en planta, hay que
recurrir al ajardinamiento con cestas de pared y colgantes. No conviene
cultivar en ellos plantas de crecimiento rápido y porte erguido, pero
tampoco hay que limitarse a las plantas de porte colgante, hay muchas
plantas pequeñas que ofrecen muy buenas soluciones para este tipo de
contenedor.
- Las jardineras y artesas, obligan a composiciones de plantas, ya
que por su forma y tamaño no son adecuadas para el cultivo de plantas
aisladas. Sus lugares son los zaguanes, las entradas, balcones, terrazas y
alfeízares.
2.
TUTORES Y ESTACAS
Constituyen los elementos de soporte para
aquellas plantas que lo requieren, o a las que se les quiere dar un crecimiento
guiado, formando, generalmente, figuras geométricas. Normalmente se insertan en
recipientes individuales.
Las plantas se atan a ellos con rafia, cintas
elásticas o hilo de algodón, tratando de no dañar su epidermis.
TIPOS DE SOPORTES
Seleccionaremos uno u otro en función del tipo de
planta, y de la forma que queramos obtener. Por estética es preferible que
permanezca oculto entre la vegetación.
3.
CERRAMIENTOS
Se utilizan, sobretodo, para jardinería de
terrazas. Se trata de estructuras que la preservan de ruidos y miradas
extrañas, sin llegar a constituir una barrera sofocante.
Se realizan en varios materiales:
- Cañizo. Es opaco, de
gran resistencia y densidad. Ha de colocarse tensado, para que no forme
ondas, y es conveniente dejar algún espacio sin cerrar.
- Brezo. Tiene un tono
oscuro que ayuda a ocultar las manchas. Si se coloca alto reduce la
sensación de espacio. Suelta briznas de manera contínua. Se debe sustituir
a los cinco años.
- Madera. No precisan de mucho
mantenimieto. Las hay en gran variedad de diseños y modelos. Permiten el
paso de la luz, así que generan un atractivo juego de luces y sombras que
puede intensificarse pintando la celosía de un color intenso. Aunque dejan
pasar el aire, protegen contra el viento.
- Hierro. Dan sensación de
ligereza (aunque, estructuralmente, su principal problema es su peso), y
no restan visibilidad. Son muy decorativas. Normalmente se colocan sobre
un murete que no interesa que sea muy alto. Crean estilos románticos.
4.
CELOSÍAS.
Las celosías son enrejados ligeros, ideales para
delimitar espacios, servir como soporte a plantas trepadores y vestir muros.
Pueden ser tan altas como se desee porque con ellas nunca se pierde
visibilidad. Siempre añaden elegancia.
Consiguen efecto de profundidad en beneficio de
espacios pequeños.
Los materiales más utilizados para su
construcción son:
- Madera, son cálidas y
naturales y se adaptan con facilidad a diversos estilos arquitectónicos.
- Metal, son duraderas y
fuertes pero necesitan mantenimiento.
- Alambres
recubiertos, poco decorativas y con un acabado pobre.
- Bambú, son atractivas
pero poseen un vida relativamente corta.
- Plásticos y
materiales sintéticos, se ofertan en gran variedad de formas y
colores, son resistentes, pero envejecen rápidamente perdiendo su valor
ornamental.
5.
ILUMINACIÓN ARTIFICIAL
La iluminación en jardinería normalmente obedece
a deseo decorativo, y aporta efectos muy originales. Para realzar las especies
vegetales se coloca a ras del suelo una luz de color verde que les da un
aspecto homogéneo, sano y alto. Los focos de haz cerrado resaltan la textura y
forma de las macetas si las iluminan desde la base.
Son objeto, sobretodo, del ajardinamiento de
terrazas, por lo que las luminarias deben ser resistentes a la intemperie y la
corrosión. Las más comunes son de fibra de vidrio, aluminio, acero inoxidable,
plástico, poliéster y madera de teca. El aluminio es el más resistente e
indicado para climas húmedos.
Se utilizan bombillas incandescentes (económicas,
pero consumen mucho y duran poco), halógenas (que proporcionan una luz más
natural, y duran más, aunque proporcionan mucho calor) y bombillas de bajo
consumo, (producen una luz fría y potente, son caras pero duran mucho).
6.
SISTEMAS DE RIEGO
Para facilitar o automatizar la operación del
riego podemos recurrir:
- Macetas de
autorregado, llevan un depósito para el agua en la base, y un sistema cpilar
encima de éste y por debajo del sustrato. El recubrimiento capilar se
mantiene húmedo por el agua del depósito, lo cual permite espaciar
considerablemente la frecuencia de riegos.
- Sistemas de riego
localizado, consistente en una instalación de riego conectada a un punto de
agua y gestionada por un programador de riego, que rige la apertura y el
cierre de las electroválvulas. Las tuberías utilizadas son de PE de
pequeños diámetros, ya que deben conducir poco agua, y los emisores son
goteros –pinchados o integrados en la tubería-, ya que la microaspersión
sólo podría utilizarse dentro de estructuras como pequeños invernaderos, o
en exteriores. También se pueden utilizar cintas de exudación.
7.
HERRAMIENTA PARA LA EJECUCIÓN DE LOS TRABAJOS
Trasplantador, para excavar los
hoyos de plantación.
Tridente manual; para airear el terreno.
Tijeras
de podar,
para realizar las podas.
Pulverizador, para la aplicación de
fertilizantes y fitosanitarios.
Materiales
inertes para cubrir el sustrato, como arcilla expandida, corteza de pino,
piedras y cantos rodados...
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